Obra realizada en técnica mixta: oleo, acrílico y spray sobre lienzo.
Podemos ver cómo motivo principal la bellísima, dulcísima e imponente imagen de la Virgen del Rosario, en un plano frontal. Podemos verla vestida con su corona, cetro, manto y saya de salida. Vestida primorosamente, con un tocado de encaje dispuesto con soltura, un pecherin de encaje de oro, sobre el que se disponen numerosos corales, que se relacionan con la Pasión de Cristo. En su mano acoge a su bendito hijo, y en la otra el centro. Entre el Niño Jesús y la mano de la Virgen, portan el rosario, conmemorando los veinte misterios principales de la vida de Jesucristo y de la Virgen.
Tras la virgen podemos ver un fondo de un cielo en el atardecer, donde se deja ver el horizonte del mar, recordándonos a su barrio marinero de El Palo. Todo ello es enmarcado a modo de estampa o cartel que se muestra en una pared encalada, de cualquier casa de su barrio. Alrededor de la misma, podemos ver dos ángeles, que sostienen la imagen de la Virgen y que son inspirados en los que antiguamente sacaba la Virgen en su paso procesional. Ambos, son enmarcados por un cielo repleto de estrellas, en alusión a los diferentes momentos de la procesión de la Virgen.
Alrededor podemos ver varios jazmines, flor y aroma típico malagueño, estrellas, así como una rosa, como símbolo que está muy relacionado con la advocación de la Virgen del Rosario, ya que proviene del latín “rosarium”, que significa jardín o guirnalda de rosas.
Un cartel es un grito en la pared, es por eso que la tipografía tiene gran importancia.